viernes, 31 de marzo de 2017

SOBRE LA CONDENA DE CÁRCEL A CASANDRA.

Una auténtica barbaridad política, jurídica y legislativa. Política, porque desborda hasta las posiciones más conservadoras en lo que atañe a la libertad de expresión y porque todavía creen algunos que pueden hacer las cosas más reaccionarias cuando les da la gana, y contra quien les da la gana y no imputar y juzgar a algunos energúmenos del PP, y más allá del PP, como Jiménez Losantos, que dicen barbaridades sobre sus contrincantes políticos, hacen apología del franquismo y hasta vierten su odio contra los asesinados por el franquismo que aún permanecen en la cuneta; barbaridad jurídica, porque es una sentencia que hace piruetas y desprecia el más elemental buen sentido común en la aplicación de la ley y mucho más de la justicia, no siempre coincidentes; y barbaridad legislativa porque se mantiene y no se reforma una ley que demuestra ser tan incongruente con la aplicación del principio de corregir conductas y expresiones que pueden considerarse de mal gusto y groseras, pero no un delito, y en vez de ello las persigue por decreto y a la carta, según quien las cometa. En esta línea no debemos aceptar que bajo el pretexto de la división de poderes políticos, legislativos y judiciales, algunos jueces y fiscales hagan de su capa un sayo, interpreten lo que les dé la gana de un hecho y se dediquen a perseguir  o a exonerar, según su propio criterio e ideología. Actitud acentuada desde 2014 cuando la Guardia Civil por impulso de la Fiscalía General del Estado pone en marcha la operación Araña para filtrar las redes sociales y posteriormente, en julio de 2015, el gobierno aprueba en solitario, con su mayoría absoluta, la conocida como "Ley Mordaza". 
Después de dejar claro que esta sentencia es una barbaridad a rechazar, como hasta una nieta de Carrero Blanco rechazó, ya que los comentarios, a pesar de ser groseros y de mal gusto, mucho menos que los anteriores a los de Carrero, no eran merecedores de cárcel, toca también hablar de algunas cosas que a mi me parecen elementales: las jóvenes Casandras, que defienden en teoría políticas de izquierdas y quieran hacer justicia con el pasado, deben centrar sus objetivos, no malgastar su energía en banalidades "seudorevolucionarias" y utilizar su juventud combativa y su capacidad literaria en la defensa de una política de empleo, de estudio y derechos sociales, especialmente para la juventud, manifestarse contra la guerra y por la paz, saliendo a la calle cuando se convoca y, si tienen vocación de arreglar cuentas con el pasado, denunciar la represión que se produjo, y hacer justicia y solidarizarse con las víctimas de éste,  que se centren en realidades que, aunque procedentes de hechos históricos, deben ser permanentemente tenidas en cuenta hasta que se solventen cosas tan elementales como aplicar a fondo la Ley de Memoria Histórica para que no queden en las cunetas y fosas comunes restos de los asesinados por el franquismo que sean reclamados por familiares o por organizaciones que quieran rendirles tributo y darles sepultura digna. Y no perder tiempo, energías y voluntad en comentarios o chistes de escasa calidad moral y política que no sólo no hacen avanzar nada la recuperación plena de la memoria histórica, sino que la entorpecen y dificultan. Otras actividades, como crear conciencia y fuerza para hacer desaparecer el nombre de verdugos franquistas de plazas y calles, puede ser una excelente tarea con características más revolucionarias en esta vía de desautorización moral y política del levantamiento fascista contra la IIª República Española y de los autores y continuadores del mismo. Seguro que si se gastan las energías en esta forma de acción contra el olvido de la historia y de recuerdo de quienes defendieron la libertad y los derechos del pueblo, siempre como parte inseparable de la defensa de reivindicaciones básicas de trabajo y estudio, de derechos laborales y sociales, de la paz frente a la guerra, de la solidaridad internacionalista entre los pueblos, de la unidad de la juventud  y de los trabajadores para una permanente lucha para mejores condiciones de vida y para el cambio social, se hará retroceder a la derecha económica y política y avanzarán las ideas de democracia con horizonte socialista.
Por cierto, después de lo dicho, se me ocurre que en este aprovechamiento y encauce social y democrático de la energía, generosidad e inteligencia de la juventud, las organizaciones tipo "Ahora Madrid", o las actualmente subalternas como PCE e IU, deberían tener un importantes papel.  Y, en consecuencia, en vez de hacerse la foto, más que de solidaridad de aplauso a los métodos Casandra, montando espectáculos de feria baratos en el Congreso y fuera de él, como si no tuvieran otra cosa que hacer y decir, propongo que esas organizaciones dediquen una parte de sus esfuerzos a explicar y organizar una ideología para la acción en la defensa de propuestas concretas y por un verdadero cambio social. Contra el PP no vale todo, se tiene que acertar para desmontar sus políticas y abrir paso a otras, para lo cual la juventud es imprescindible.  
                                   JIMÉNEZ LOSANTOS.
  
                                    CASANDRA VERA.

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