viernes, 26 de febrero de 2016

EL ABRAZO DE JUAN GENOVÉS. 
Es un cuadro bello por sus armoniosas formas expresando la lucha, la solidaridad y la fraternidad. Es bello también porque fue la importante aportación de un gran pintor al proceso democrático que, a trancas y barrancas, abría una nueva etapa en España. Genovés, hombre del PCE en aquellos tiempos duros, quiso contribuir con su arte y su compromiso político a sellar la etapa de guerra civil que la derrota de la IIª República y la victoria fascista alargó durante 40 años, al tiempo que se presentaba como portador de las ideas que defendía el PCE, el partido que en todo el período franquista no faltó un solo día en la lucha por la libertad y los derechos sociales y políticos de las clases trabajadoras y populares, a pesar de la represión que se abatió sobre él. Ante el cuadro de Genovés han posado los dirigentes políticos de todos los colores. Hace tres días sirvió para que Pedro Sánchez del PSOE y Albert Rivera de Ciudadanos presentarán ante el mundo su "gran" acuerdo para la investidura. Genovés quería que fuese así, "el cuadro de la reconciliación nacional", incluso para los que no hicieron nada por ella y su significado, que no era en su expresión más real, "aquí paz y allá gloria" y no ha pasado nada, sino la posibilidad histórica de defender todas las alternativas políticas sin guerras. Pero, que nadie se engañe, fue principalmente la imagen de la lucha por la libertad y la dignidad, aún en los momentos más duros y difíciles.

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