viernes, 20 de noviembre de 2015

Marchas por la dignidad. Plataforma contra las guerras

El Secretario de Estado de EEUU, John Kerry, se reúne en España con el Rey, con Mariano Rajoy y Margallo y con Pedro Sánchez, para recordarnos y sellar con una imagen, guitarra incluida, que vale más que mil palabras, que Rota y Morón fueron entregadas aún más a los EEUU por el gobierno del PSOE y que el PP ratificó la entrega y ultimó la venta total. Mientras, en Palestina continúan muriendo mujeres, hombres y niños por la ininterrumpida violencia del Estado sionista contra el pueblo palestino sin que EEUU y la UE digan ¡basta! de forma definitiva a Israel; mientras la Unión Europea, de acuerdo siempre con EEUU, en vez de acabar definitivamente con la guerra en Siria, dejando de armar y apoyar a terroristas y alimentar la violencia y el odio en toda la zona, da 3000 millones de euros a Turquía para que evite la salida de refugiados hacia la UE, en vez de aplicar estos millones y muchos más en reconstruir lo que han destruido con sus guerras, para que la gente en vez de morir o emigrar para escapar de la muerte, vuelva a su país a reconstruirlo y vivir en paz; mientras sigue adelante la aprobación del clandestino TTIP entre la UE y EEUU (un verdadero Tratado de libre saqueo de los pueblos) en España se realizan algunas movilizaciones populares contra las políticas neoliberales y bélicas del capitalismo mundial, movilizaciones que deben multiplicarse y fortalecerse.

El pasado 22 de octubre las Marchas por la Dignidad. El 24 del mismo mes la concentración-manifestación convocada por la Plataforma Global Contra las Guerras. Ambas, en Madrid, más las que se han producido en Zaragoza, Valencia, Andalucía… son el principal espacio de movilización y unidad popular en la calle que puede impulsar y fortalecer una dialéctica entre la movilización y la acción en las instituciones. De producirse progresivamente esta dialéctica sería una valiosísima aportación concreta a la lucha de clases por el Pan, el Trabajo, la Dignidad y la Paz. Las Marchas por la Dignidad defienden un programa de mínimos de 10 puntos resumido en: Empleos dignos, no a la precarización, derogación de las leyes laborales aprobadas por el PP y el PSOE; educación y sanidad públicas avanzando hacia el 100 por cien; vivienda pública de alquiler; igualdad real en derechos, condiciones de trabajo y salarios entre la mujer y el hombre; combatir la violencia de género con la educación escolar, el civismo social y las leyes; renta básica para hacer frente a la pobreza creciente que afecta a personas en paro, más de 3 millones que no perciben nada, y a personas que con trabajo y salarios de miseria están en la pobreza; lucha total contra la corrupción; programas concretos para el empleo juvenil, más del 50%, facilitar que vuelvan los que se han visto forzados a emigrar y utilizar toda esa energía humana y conocimientos para construir un futuro colectivo en el que la juventud sea una parte esencial y asuma plenamente su responsabilidad social, frente a la dispersión y caos que produce la actual situación; no al pago de la deuda ilegítima externa y contra el TTIP, mal llamado Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones, que es una especie de reforma mundial, más dura todavía, que la del artículo 135 en España que exige el pago de la deuda externa, por injusta que sea, aunque vaya contra los derechos laborales y sociales; las Marchas se pronuncian asimismo con un no a las guerras y a la OTAN.

La Plataforma contra las Guerras convocó concentraciones y manifestaciones contra las guerras, por la paz, contra las maniobras de la OTAN en España y contra las bases militares de Rota y Morón. La lucha contra las guerras y el militarismo, por la paz y por la eliminación de las bases militares y su conversión en bases para la paz y el desarrollo social de los pueblos, no puede continuar siendo una lucha de minorías, por significativas que éstas sean. La lucha contra la guerra y por la paz es un elemento básico de la lucha de clases, un asunto urgente y prioritario. La guerra es muerte, destrucción, derroche del dinero que debe servir para una vida y unos servicios dignos, migraciones masivas con un terrible saldo de niños/as, mujeres y hombres desaparecidos, ahogados, marginados, recluidos.

En consecuencia con todo lo anterior, la tarea fundamental del partido y de Izquierda Unida no es estar todo el día hablando de candidaturas y elecciones, sino preparar las elecciones estando siempre en primera fila de la actividad en la calle y en las instituciones defendiendo las justas reivindicaciones de la clase trabajadora y popular, teniendo un pie firme en la calle y en los centros de trabajo y estudio, para fortalecer su presencia en las instituciones.

NO A LAS GUERRAS. NO A LA OTAN. NO A LAS BASES YANQUIS. LIBERTAD PARA MANNING, ASSANGE Y SNOWDEN.

Publicado en el Nº 290 de la edición impresa de Mundo Obrero noviembre 2015

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