viernes, 21 de septiembre de 2012

RAJOY-MAS. INDEPENDENCIAS. PACTOS FISCALES.

SOBRE PACTOS FISCALES, SOBERANÍAS Y REALIDADES ECONÓMICAS Y SOCIALES.
El mismo día que se publica que 1000 grandes empresas de las 60000 que cotizan en bolsa en el mundo controlan el 50 por cien del valor total del mercado; el mismo día que las amenazas sobre la continuación de un "rescate" se intensifican por parte de personas e instituciones de Europa que mandan por encima de democracias y banalidades políticas, y que apuntan a que los recortes actuales sean un juego de niños comparado con los que vendrán; el mismo día que los datos sobre la recesión y sobre la falta de cualquier iniciativa económica y productiva, útil socialmente y viable economicamente y ecologicamente, brillan por su ausencia; el mismo día que los datos del paro no sólo se estancan sino que empeoran y que se sabe que los parados de larga duración son 3 millones y que de entre ellos los parados de más de 55 años han pasado en poco tiempo de ser el 4,5% a ser el 16,8; el mismo día que estos parados de larga duración lo son de forma parecida en Valencia (55,3%), Canarias (54,1%), Andalucía (53,6%), Catalunya (53,2%), Madrid y Extremadura (53%), lo que nos indica problemas similares, a pesar de las diferencias; el mismo día, digo, en que se produce todo lo anterior y más, y no se ve ningún resquicio para un optimismo, o una confianza, al menos, de que hay alternativas en el sistema económico vigente, se produce en Madrid el encuentro entre Rajoy y Mas. Gran expectativa, los medios echando humo de morbo, el pacto fiscal y la independencia sobre la mesa, y termina el encuentro con un total desacuerdo. Hoy debería quedar nítido para todo el mundo que galgos y podencos han escenificado un teatro sabiendo muy bien que no habría ningún acuerdo y que se ahondaría el peligroso foso que se está abriendo en España, mientras el conservadurismo independentista, todo, coincide con el conservadurismo centralista que, en gran parte con su actuación permanente, ha creado más independentistas que los propio ídem. Los unos con su argumento de que la independencia es el antibiótico que lo cura todo, sin darse cuenta de que está caducado, y los otros que, en vez de haber abordado a fondo el más grave enfrentamiento político, de convivencia y de futuro colectivo, se limitan a recetar analgésicos igualmente caducados.  
Y así vamos, y así estamos. Y crecen los problemas, las inquietudes y se reiteran las mismas manidas palabras con las que historicamente se ha avanzado hacia el enfrentamiento. Los unos manipulando la realidad y buscando culpables a su ineptitud y corresponsabilidad en lo que sucede, acusando a España de expolio. Los otros, con sus medios de propaganda y sus apologetas de una constitución cuyos principales contenidos de justicia social e igualdad se han echado a la papelera hace mucho tiempo, constitución que sólo se cambia para recortar derechos siguiendo las ordenes de Europa. Todos, responsables. Si en Catalunya y en el conjunto de España no se manda al paro a los Mas, Homs, Rajoy y Cospedal.....,y a todos sus monaguillos, auguro muy malos momentos para Catalunya y para el conjunto de España. Mientras en Catalunya se siga en la senda de cuatro embaucadores y en España con una verdad histórica amañada, no hay solución. Sólo un golpe de timón, allá y acá, con la gente en la calle exigiendo un verdadero cambio que construya una unidad de clase y popular, puede zanjar definitivamente una situación que viene malogrando y enterrando la mejor parte de la historia colectiva, en especial aquella que se gestó en el intento de construcción de una IIª República socialmente avanzada, y en la lucha del movimiento obrero y popular por sus derechos y contra el franquismo. Frente a la miseria de la política que nos envuelve con unos y con otros sólo hay un camino: avanzar decisivamente hacia una República federal  a partir de un acuerdo fundamentado en los principios y valores de la democracia política, del federalismo y de la unidad solidaria y no en la politiquería y en las señas y banderas artificialmente identitarias, que sólo sirven para el enfrentamiento. Para ello es preciso un acuerdo general que abra un proceso constituyente que ponga encima de la mesa los problemas y las alternativas que ofrece  la ciudadanía y sus organizaciones sociales y políticas . También en todo lo que representa la producción de riqueza y su reparto justo, teniendo en cuenta los cambios necesarios. Tirar la constitución a la papelera sin más, por vieja y caducada, o aferrarse a ella eternamente sin ningún cambio, como si fuera el salvavidas de las esencias patrias, es la mejor forma de continuar avanzando hacia un enfrentamiento superior al actual. 
Y llegados a este punto, sabiendo lo que ha defendido el PP hasta aquí, conociendo a medias lo que quiere CIU o el PNV, no sabiendo exactamente qué propone realmente el PSOE con su nominalismo federal, deben entrar en escena las propuestas concretas. Frente a las posiciones independentistas de vuelta a los feudos, con una visión de cartón-piedra de España que se queda en el Conde Duque de Olivares, en Isabel II y en Franco, está la acción histórica del movimiento obrero, el Frente Popular, las luchas sociales antifranquistas, en las que partipaban pocos independentistas, está la España que defendían y glosaban Antonio Machado,  Federico García Lorca, Miguel Hernández, Pablo Picasso, Concha Méndez, Maruja Mallo, Gabriel Celaya, Rafael Alberti, Luís Cernuda, Ma. Teresa León, Pedro Garfias, Manuel Altolaguirre, Juan Rejano, y muchos/as más que harían la lista interminable. Frente a un debate tramposo sin diálogo entre la teórica Catalunya victima y la España verdugo, debe entrar la verdadera historia para construir el futuro colectivo: ¿ qué opinan y defiende los sindicatos en Catalunya y en el conjunto de España? ¿ qué defienden de verdad el PSOE y el PSC ? ¿ qué proponen Iniciativa per Catalunya y Esquerra Unida y Alternativa, que no sea ir de patéticos monaguillos de CIU, ERC y la asamblea por la independencia ? ¿ qué harán IU y el PCE para no verse arrastrados a la inoperancia política ? 
No es hora de polemizar con lo que puede ocurrir en unas elecciones que convoque Mas, o en un referéndum por la soberanía, o en qué hará Europa ante una secesión, o en el quiero y no puedo del independentismo catalán: separados pero juntos en lo que nos interesa. Es hora de que los que marchamos juntos en todas las luchas por los derechos sociales y nacionales en España, con una perspectiva internacionalista irrenunciable, digamos lo que queremos ahora, sin caer en los juegos politiqueros de los galgos y los podencos, que siempre llegan juntos a la meta porque defienden lo mismo.

4 comentarios:

  1. Creo que es un diagnóstico muy acertado de la realidad política. Las peleas entre burguesías dento de España están desviando la atención sobre la consecuencia de la crisis. Ante las movilizaciones populares, el sistema responde con las tensiones nacionalistas y con la manifestación secesionista (que realmente no fue independentista, sino anti-independentista, porque lo único que proponen las diversas corrientes del nacionalismo catalán es cambiar unas fronteras por otras: ni moneda propia, ni ejército, ni banco central catalán, ni nada que dé verdaderamente contenido de independencia real a un país). El nacionalismo se ha propagado tanto, como también se denuncia correctamente, por la sumisión de las izquierdas al discurso único de CiU. El nacionalismo de CiU es tremendamente reaccionario; como dijo Artur Mas (cada vez se esconden menos): "La España del norte se ha cansado de la España del sur". Sionismo, imperialismo y convergencia pujoliana caminan de la mano para crear una Catalunya clerical y reaccionaria a la vez que neoliberal vendida al capital imperialista.
    Una de las consecuencias del nefasto carrillismo fue la destrucción de todo el hilo conductor político y popular que existía desde la II República, como bien se explica, simbolizado principalmente por el PCE y el PSUC que defendían la bandera republicana. El carrillismo comportaba la destrucción de todo el contenido revolucionario del PCE y PSUC, sin dejar piedra sobre piedra, para que estos partidos no pudieran ser un freno a la transición y la monarquía neofranquista dependientes del capital imperialista yanqui-alemán. Multitud de escisiones debilitaron al movimiento comunista español en gran medida causadas por el carrillismo. Hasta que no se recupere una izquierda revolucionaria y comunista que plantee claramente la superación del sistema (empezando por la transición, la salida del euro y de la UE que nos ha convertido en una semicolonia, etc.) no creo que las grandes masas de trabajadores y gente empobrecida por el sistema lo perciban como referentes. Hasta el momento lo que hay es una gran operación para que el PSOE vuelva al gobierno, imagino que algunos a la izquierda del PSOE sueñan con un escenario andaluz en España. Pero eso sólo comportará una mayor subordinación de la izquierda (y pérdida de legitimidad) hacia los intereses del sistema, que no remontará la crisis precisamente por tener unos gestores de izquierdas.

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  2. Necesitamos a toda la izquierda unida, junta, a pesar de las diferencias.Hay más cosas que unen y hay que mirar siempre los valors y principios que unen a todas las corrientes de la izquierda.
    Carrillo era muy estimado y quería una gran unión de toda la izquierda.Pero erre que erre...

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    1. Me parece que tendrías que revisar o ajustar esos conceptos. Yo creo necesario un frente de izquierdas sobre un acuerdo de mínimos fundamentales, pero no nos olvidemos que hay quienes se llaman de izquierda y defienden todo lo contrario. Por citar uno,para mí el mayor traidor y encantador de serpientes: Felipe González. Y otro que no le le va en zaga, fue Santiago Carrillo. Ambos fraccionaron y desarmaron a la médula de la izquierda histórica.
      Luego están los denominados nacionalistas de izquierda, izquierdas moderadas y socialdemócratas, izquierdas que claman por la intervención de la OTAN, ahora en Siria, antes en Libia; izquierdas que consideran dictadores a Fidel Castro y a Chávez, por ejemplo. En fin, un panorama para analizar con rigor. Arriesgo una definición que ojalá compartas: la izquierda debe ser internacionalista y anticapitalista. También antipatriarcal.

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  3. Para mí los términos "izquierda" y "derecha" están vacíos y no significan nada si no se les concreta su contenido. Para mí, izquierda significa estar al lado de los trabajadores y el pueblo, luchar por la transformación social, por el socialismo y contra el imperialismo. Ser internacionalista con los pueblos y no apoyar guerras imperialistas (Libia, Yugoslavia, Siria, etc.) por activa o por pasiva. Defender otros valores. Seguro que mi definición de izquierda es mucho más restringida que la corriente.

    Por otra parte, aquí dejo el enlace de un artículo muy documentado sobre los métodos de Carrillo para destruir al PCE y al PSUC desde dentro:
    http://www.elotropais.com/index.php?option=com_content&task=view&id=184&Itemid=33
    un saludo

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