miércoles, 7 de diciembre de 2011

EUROPA- EEUU: MÁS DE LO MALO.

EUROPA-ESTADOS UNIDOS: ES EL CAPITALISMO, ¿SE ENTERAN?.
Viene de lejos e intentan que vaya más lejos todavía. El capitalismo, en sus diversas personalidades según los tiempos, continúa basándose en los mismos fundamentos que le dieron vida: propiedad privada de las principales fuentes de riqueza, privatización de servicios públicos esenciales en la medida de las necesidades de la tasa de beneficios privada, y el Estado como garante de que se mantenga con sus leyes tramposas sobre la libre iniciativa y la libertad. Sus diversas personalidades han sido impuestas por cada coyuntura. Después de la crisis general de 1929, decidido e impulsado desde EEUU, planes sociales, más control de la especulación financiera y nuevo contrato social. Lo que se conoce como keynesianismo. Y vino la 2ª Guerra, de la que hoy no voy a hablar. Después de ésta, con la derrota del nazi-fascismo, el movimiento sindical y la socialdemocracia llegaron a un pacto con las fuerzas del capital y la derecha para garantizar una serie de derechos laborales y sociales a cambio de no cuestionar el sistema capitalista. La oposición comunista a, que jugó un importante papel en la derrota del fascismo, pronto quedó aislada en cada país y en toda Europa con el inicio de la guerra fría, a pesar de mantener una importante implantación social, política y cultural, que contribuyó a las grandes movilizaciones europeas cuando el capitalismo decidió reducir progresivamente derechos conquistados.
En este período, la globalización neoliberal se fue profundizando, liquidando progresivamente el viejo pacto social, hasta que llegaron Reagan y Thatcher a asestar un golpe demoledor contra el movimiento obrero y contra cualquier pensamiento contrario o crítico a la globalización neoliberal, como expresión más brutal del capitalismo. Y al desaparecer el contrapoder que representaba la URSS se creyeron ya con plenos poderes para desmantelar completamente el estado social creado después de la guerra. La socialdemocracia aceptó todas las tesis que situaban al mercado como el arbitro exclusivo en la economía y los que no éramos socialdemócratas sufrimos todo tipo de divisiones y deserciones, causadas por la rendición de muchos antiguos luchadores y la intervención soez
del enemigo para comprar voluntades.
En vez de avanzar en una complementariedad de las economías según las necesidades y posibilidades reales colectivas de un único mundo, con los acuerdos políticos pertinentes, se lanzaron a una guerra de todos contra todos por los mercados, la "competitividad", liquidando reglas y controles del propio capitalismo y convirtiendo la democracia en una parodia. Y así hemos llegado a la situación actual: se derrumba el tinglado montado y no hay alternativa. El discurso totalitario anula la política y las ideas, niega la Historia e impone la Dictadura del mercado, en el cual la investigación e industria militar juegan un importante papel y, al necesitar una coartada para su producción, impulsa la lucha contra el terrorismo que previamente ha fomentado, armado y financiado. Los estados ricos, que se disputan a muerte cada palmo de mercado, no se hacen la guerra entre sí, promoviendo guerras coloniales en los paises del sur contra los estados díscolos con materias primas para saquear.
Se han reunido hoy en Bruselas los ministros de economía y finanzas de la Unión Europea. Ha estado presente, repitiendo la visita, el Secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, que en cada ocasión aprovecha para traer las consignas de Obama, el portavoz servil de las ordenes de Wall Street, Goldman Sachs y la industria militar norteamericana. En lo que respecta a España, Obama llamó días atrás al caducado presidente Zapatero para decirle qué hacer; Geithner se ha entrevistado con Rajoy para hacer lo mismo. Permítanme un simulacro de la conversación: pregunta el yanqui, ¿qué van a hacer?
y contesta Rajoy, estamos totalmente de acuerdo con ustedes porque EEUU es nuestro guía,el siglo XX ha sido demasiado generoso con las clases trabajadoras y populares y es preciso en muchas cosas volver a las condiciones laborales y sociales del siglo XIX. Muy bien, asiente satisfecho el yanqui, pero no se olviden de la sanidad, que no puede ser ni gratis ni universal, ni de la educación que es la que debe generar y sostener nuestras ideas de libertad y democracia. Y Rajoy cierra la conversación con un: Señor, sí señor, en Europa sólo se hablará inglés y alemán. Y un poco de francés para la gastronomía.

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