domingo, 11 de septiembre de 2011

GUERRA Y OLIGARQUÍA FINANCIERA: INSEPARABLES.

"OLIGARQUÍA FINANCIERA: reducido grupo de grandes capitalistas financieros que poseen monopolios industriales y financieros y ejercen, de hecho, el dominio económico y político sobre las ramas más importantes de la economía en los paises imperialistas." Así lo define el diccionario de Economía Política de Borísov, Zhamin y Makárova. La definición puede ser academicamente más amplia, rica y compleja, pero vale para expresar de lo que va el artículo. Se le pueden y deben añadir otras expresiones, sinónimos de la citada oligarquía:CUEVA DE ALI BABA, SOCIEDAD DE LA RAPIÑA, LADRONES, MERCADOS, BOLSAS, ESPECULADORES, SAQUEADORES.....
Actualmente vivimos la más profunda acción de la oligarquía financiera para mantener, recuperar y no perder, los inmensos beneficios acumulados durante años de especulación. Acción expresada de dos maneras: la primera, explotando más el trabajo humano, liquidando o recortando derechos laborales y sociales; y la segunda, con la guerra. Quiero referirme hoy a esa última.
El capitalismo tiene una amplia y potente industria bélica, que, además de garantizar su supervivencia frente a los enemigos anticapitalistas, o la de un grupo capitalista frente a otro, es un gran negocio. La industria de guerra es parte esencial de la economía capitalista, es un poderoso instrumento del capital para imponer su sistema y el dominio geopolítico necesario para ello. Si para conseguirlo es necesario, además de actuar colectivamente los principales paises imperalistas, (EEUU, Reino Unido en Irak, EEUU, Francia, Reino Unido en Libia), pactar con la hez de la ideología, la política, la religión, como hicieron en Afganistan con los terroristas integristas y, ahora, en Libia, lo hacen sin ningún reparo moral o político. El imperialismo, esa fase del gran capitalismo globalizado, hace todo lo que tenga que hacer, aún lo más brutal, para no perder sus ganancias y su dominio. No porque los propietarios del capital sean especialmente malos, sino porque es una exigencia del tipo de sistema que defienden. No hace mucho el multimillonario norteamericano Buffet dijo con naturalidad, frente a conservadores y progres que afirmaban que la lucha de clases ya no existía, que claro que existía y que la estaban ganando ellos, los capitalistas.
Una de las principales razones del nacimiento de los partidos comunistas, junto a la lucha por el trabajo digno y la libertad real, fue su firme compromiso contra la guerra y por la paz, después del desastre humano que representó la Iª Guerra Mundial y la actitud beligerante de la socialdemocracia de cada país, que después de haber decidido la IIª Internacional en 1912, oponerse en cada país a la guerra, en la que se enfrentaban los trabajadores de un país contra los de otros, apoyó los presupuestos para la guerra intercapitalista que se avecinaba. En ese momento histórico nació el PCE, con una clara política de lucha por la paz, lo que no impidió su defensa de la IIª República con las armas, frente a la sublevación fascista. Una de las principales señas de identidad política del PCE, incluso durante el franquismo, fue la movilización solidaria con los pueblos que luchaban por su liberación, especialmente con el vietnamita, victima de la agresión norteamericana, que causó millones de muertos, continuando contra la guerra de Irak.
España ha participado, y participa, en guerras de agresión en los últimos 12 años, la de Yugoslavia, la de Afganistán, la de Irak y la de Libia. Con Aznar y el PP y con Zapatero y el PSOE. Y los cómplices nacionalistas necesarios. Es lamentable que, a diferencia de la movilización contra la guerra de Irak, en la actualidad no ha habido practicamente ninguna movilización contra la de Libia, a pesar de ser la actuación criminal más indecente de la OTAN, de la UE y de la ONU. Guerra para quedarse con las riquezas y el territorio. El movimiento "pacifista" desaparecido, a lo mejor resucita como un zombi contra el PP, la llamada izquierda radical con un apoyo subliminal a la OTAN y nosotros, el PCE e IU,a lo suyo,con alguna declaración.El recién nacido movimiento del 15 M todavía no ha hecho ningún pronunciamiento contra la guerra. Han habido propuestas minoritarias en asambleas de barrio que no han tenido una expresión general. Espero que en una nueva etapa ese movimiento se de cuenta de que las guerras matan, destruyen y gastan el dinero que debería gastarse en empleo, vivienda y educación, en hacer que eso que "llaman democracia y no lo es", lo sea realmente.

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